pensé que estaba haciendo méritos suficientes para dejar de fumar pero leyendo a viperina, veo que es un partido largo, de visitante, con una barrabrava enemiga que te tira seductoras botellas de whisky. primero me sorprendió tantos tips y tecnicismos, después el encantador grado de delirio que produce la ambstinencia..."los jugos te dan aspecto más caribeño", dejar la matrix del lado oscuro, la ducha diaria que favo orece la higiene. En fin, como humilde aporte creo que el cigarrillo nos vuelve menos osados. En vez de encarar a una mina, te prendés un pucho. No entendés algo y en vez de pensar desde otro lugar, buscar cierto pensamiento lateral, sublimás con tabaco. matias
Neurosis digital o autismo positivista
martes, 23 de febrero de 2010
El tabaco y la sabiduría de mi amigo Matías C
Está peleando con las fuerzas oscuras pero tiene muchísima luz. Su lucidez resolvió muchas cosas (muchísimas más que nosotros). Esperemos que también tenga éxito aquí. Es su -y nuestra-pelea. Cada uno tiene las suyas, Siempre pequeñas, cotidianas.
Más allá o acá de tu huracán (el chofer del bondi escuchaba a Los Redondos, dormí poco, estoy terminando la facultad, todos somos adictos a las excusas). Estuve mirando Lost y me está limando el cerebelo (otro pro de Lost: nadie fuma!).
Esperamos que la lucha de nuestro amigo -y la nuestra- sea exitosa. Al menos en esto. Dejar el tabaco. Es bueno pelear una batalla posible en el año. Le vamos a ganar al tabaco. Y a fin de año nos emborrachamos y brindamos por eso. El resto, bueno, ya sabemos, es una lucha. O la elección de por qué se lucha y por qué no. Medir las fuerzas y tomar decisiones. Decidir que el encendedor es mejor usarlo para otras cosas. Al final del día (y al principio), cada uno tiene un cuerpo, un enfermero, un personal trainer, un enfermo que va para allá o va para acá, le guiña el ojito a la guadaña y se hace el canchero con el zippo o pone un disco de Marley y cambia de referentes.
Nos enorgullece entonces, y es un enorme privilegio, compartir esta dulce pelea con él (y con ellos, y ellas). Y por supuesto agradecemos mucho el aporte. En este lado de la isla van dos meses (los seis meses es el punto crítico, donde muchos ya hemos reincido pero esta vez ya no). Parafraseando al amigo Fontela, si el amor es una planta que se riega todos los días, los nuevos hábitos - los que llenan el agujero negro de la abstinencia- también. Ducha a ducha, fruta a fruta, post a post, mate a mate, pulmón a pulmón, endorfina a endorfina, mentita a mentita.
(La voz del cowboy de Lucky Strike me dice con voz ajada, en el hombro derecho: ¿me querés decir pibe en qué momento de la película te volviste tan pero tan pelotudo? ¿Fruta a fruta?
Suerte que el mini tetra brik de Ades naranja con alitas que tengo en el hombro izquierdo me dice: dejalo hablar, dejalo que es como las ganas de fumar, como el vecino aburrido y resentido, como la figura de autoridad sádica y castradora, como las ganas de prender la tele, de insultar a alguien, de dormir doce horas seguidas, de chequear mails por centésima vez.
En el Powerpoint lo saco a Paulo Coelho y lo pongo a Riquelme, y le paso la antorcha evangelista -un porro gigante- a Sandro con su pucho electrónico, a Charly y al Indio arrepentidos:
respirá, respirás un par de veces y al minuto se fueron todos los dealers de nicotina y los piquetes de la neurosis, el cáncer del superyó y el rey de los lugares comunes, todos los cieguitos con corona bailando en ronda, los eunucos de las sinapsis malas, los príncipes del cinismo trash, todos con las ganas intactas de seguir de patrulla en tu cerebro. Respirás, pasa un minuto y se van. Bum. Ponés un disco de Regina Spektor, te hacés un trago con frutas o te comés una manzana o te clavás un strudel, o te clavás un tic tac porque el tiempo sigue corriendo hacia adelante pero mais lento, y los fantasmas de los cowboys texanos se hacen humo porque los receptores de nicotina se van cerrando como esas amapolas que se cierran en invierno, y adentro y afuera empiezan a despertar otras cosas que dormían hace tiempo.
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7 comentarios:
una vez, cuando era una niña, le corté un paquete de cigarros a mi vieja con una tijera (tentada por esas publicidades) y casi me asesina. son jodidos los fundamentalistas del cigarro, que no son sólo simples fumadores.
buenisimo el texto.
papi papi papi deja de fumar
Nubeluz dixit.
estas son las únicas revoluciones por las que vale la pena batallar...
fumar tabaco es como inocularse pulsión de muerte con lánguida autocomplacencia...
a veces vivir para otros nos ayuda a no necesitar un sentido individualista
porque así uno no se siente con derecho a destruirse
porque uno no es enteramente de uno
sabias palabras. apasionante diario.
jota cuanto hace q estás sin nicotina???
2 meses y medio!
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