Neurosis digital o autismo positivista

jueves, 29 de mayo de 2008

Ya salió



Diego Grillo Trubba (prólogo), Doce años y pico
Ariel Magnus, Con las mejores
Lucía Puenzo, Al playroom hay que allanarlo
Maximiliano Tomas, La sonrisa de la Gioconda
Felix Bruzzone, Sueño con medusas
Sonia Budassi, Nada para hacer
Diego Materyn, Próceres argentinos
Nicolás Mavrakis, Punta del Este, balneario geográficamente argentino
Cecilia Boullosa, Donde el pasto es verde y las chicas, bonitas
Hernán Casciari, Lado B, canciones lentas
María Fasce, Mujeres
Hernán Vanoli, Samaritana
Julia Coria, El barco en alta mar
Leonardo Oyola, Tony Plana
Mariana Enríquez, El monstruo
Joaquín Linne, No sé si chatear o comprarme un perro
Pablo Toledo, Todo por dos pesos
Sebastián Martínez Daniell, Paddle
Ana Cecchi, El gurú
Washington Cucurto, El amor es mucho más que una novela de quinientas páginas

"Mirate si no. Mirá lo que crié por esa computadora: un gordo fofo que apenas si puede moverse, un delincuente que gana plata robándole a la gente, un pajero que se pasa las noches masturbándose delante de la pantalla.
La prédica de padre me dejó helado. No sabía que estuviera tan al corriente de mis actividades. Con el resto de entereza y amor propio que me quedaba le expliqué que mi problema de peso era remediable, que mis desfalcos en Internet se dirigían prioritariamente contra grandes corporaciones y que si alguna vez me había sorprendido con las manos fuera del teclado eso no le daba derecho a concluir que se tratara de un ejercicio habitual."
(Magnus, Con las mejores, p. 34).

"Yo me quedé mirando al que no hablaba: tenía unas manchitas en la parte blanca del ojo y, cada tanto, por el efecto de la luz, las manchitas, que eran más opacas que el resto, se iluminaban y brillaban más."
(Bruzzone, Sueño con medusas, p. 73)
(Ambos en Uno a uno, ed. Mondadori, junio de 2008).

Viperino recibe su primera crítica oficial (y probablemente la última)

En la sección 'blogología' del Diario Universitario (La U) salió una reseña de este querido y moribundo blog. Bastante amables los redactores. Se agradece.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Yeah, I know, I'm suiciding my blog (but very slowly)


Preguntas frecuentes


El cartucho muere y necesito tinta mañana. Busco en la web a mi marca recargadora.

Hay preguntas preestablecidas para los pelotudos.

Una es:

Preciso el cartucho ahora mismo ¿Qué hago?

Deje el cartucho, compre uno nuevo y así tendrá dos juegos de cartuchos y no mas corridas, incluso corre el riesgo, si esta apurado, de que el cartucho no se pueda recuperar. Por otra parte, ¿Cómo hacía antes de que existiese este servicio?

martes, 27 de mayo de 2008

Carroll



- «Me podría indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?»
- «Eso depende de a dónde quieras llegar», contestó el Gato.
- «A mí no me importa demasiado a dónde...», empezó a explicar Alicia.
- «En ese caso, da igual hacia a dónde vayas», interrumpió el Gato.
- «... siempre que llegue a alguna parte», terminó Alicia a modo de explicación.
- «¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte», dijo el Gato, «si caminas lo bastante».
[Lewis Carroll, «Alicia en el País de las Maravillas»]

domingo, 25 de mayo de 2008

Dr. Kaos



“Todo lo que un punto de vista desconstructivo trata de mostrar es que, dado que la convención, las instituciones y el consenso son estabilizaciones (algunas, estabilizaciones de gran duración; a veces, microestabilizaciones), esto significa que hay estabilizaciones de algo esencialmente inestable y caótico. Por lo tanto, se vuelve precisamente necesario estabilizar porque la estabilidad no es natural; porque hay inestabilidad es que la estabilización se vuelve necesaria; porque hay caos es que hay necesidad de estabilidad. Ahora bien, este caos e inestabilidad, que es fundamental, fundador e irreductible, es al mismo tiempo naturalmente lo peor que debemos enfrentar con leyes, reglas, convenciones, política y hegemonías provisionales, pero al mismo tiempo es una suerte, una posibilidad de cambiar, de desestabilizar. Si hubiera una estabilidad continua no habría necesidad de la política, y es en este sentido que la estabilidad no es natural, esencial o sustancial, que existe la política y la ética es posible. El caos es al mismo tiempo un riesgo y una posibilidad, y es aquí que se cruzan lo posible y lo imposible.” Jacques Derrida en Descontrucción y Pragmatismo, Paidós, Buenos Aires, 1998).

jueves, 22 de mayo de 2008

miércoles, 21 de mayo de 2008

Gruner*



Algunas aclaraciones necesarias (nota de opinión publicada en Página/12):


El jueves 15 este diario publicó el texto completo de la llamada "Carta Abierta/1", un importantísimo documento sobre la actual situación política nacional, emitido por centenares de intelectuales y que fuera presentado el martes anterior en una multitudinaria conferencia de prensa en la librería Gandhi. Nombrando a algunos de los firmantes de dicha carta, el diario consigna, equivocadamente, mi nombre. Es un error perfectamente comprensible, dado que estuve presente en la mencionada presentación y, sobre todo, que me he solidarizado plenamente con el movimiento político-cultural que la carta representa y cuya emergencia considero un acontecimiento histórico de enorme trascendencia en los momentos actuales.
Sin embargo, me siento en la obligación -puramente individual y que no tiene por qué interesar a nadie más: si la hago pública es simplemente porque el error también lo fue- de aclarar brevemente las razones por las cuales en su momento tomé la (difícil) decisión de no firmar el documento, al mismo tiempo de manifestar, repito, mi solidaridad con, y mi pertenencia a, el colectivo que originariamente lo concibió. Como suele sucederles, para bien o para mal, a los que escriben, esas razones pueden reducirse a lo que suele llamarse "una cuestión de palabras": en el último párrafo de la carta se postula el espacio creado como una "experiencia que se instituye como espacio de intercambio de ideas, tareas y proyectos, que aspira a formas concretas de encuentro, de reflexión, organización y acción democrática con el Gobierno y con organizaciones populares para trabajar mancomunadamente, sin perder como espacio autonomía ni identidad propia". Por un prurito quizá desmedido y, de nuevo, puramente personal (aunque, ya se sabe: es cada vez menos fácil separar lo personal de lo político), concluí que no estaba en condiciones de suscribir la idea de trabajar mancomunadamente con el Gobierno. Es notorio -si bien, una vez más, no tiene por qué interesarles a otros- que mi posición es crítica hacia lo que, en una nota anterior publicada en este mismo medio, llamé las "opciones estratégicas" (sin eufemismos: las políticas de fondo, indiscernibles de una posición ideológica) hasta ahora adoptadas por el Gobierno respecto de cuestiones como un modelo estructural de redistribución del ingreso, cuestiones en las que aún un gobierno "burgués" (me inhibo ahora de agregar "reformista" para no volver a dar lugar a un debate que en estas circunstancias estimo postergable) podría haber profundizado mucho más de lo que lo ha hecho éste, con mucha mayor consecuencia con sus propios enunciados -y, por supuesto, no haberlo hecho es ya la primera, y fundante, de esas opciones estratégicas, de la cual se derivan casi todas las demás críticas de las que el Gobierno se hace pasible, y que el documento de marras, por cierto, no ahorra-.
Pero también es notorio que mi opinión es que el "mal mayor", en esta precisa coyuntura histórica, viene de otro lado (sin que ese "otro lado" permita muchas veces, lo admito, trazar una frontera nítida con el "campo" -con perdón de la palabra- del Gobierno). Y eso, si es que todavía hay que aclararlo, no significa, como se nos ha imputado, adoptar ninguna estúpida dialéctica del "mal menor", ni mucho menos descansar resignadamente en alguna clase de "posibilismo". Es, todo lo contrario, y para citar una formulación clásica, hacer "el análisis concreto de la situación concreta". Respecto de esto, el espíritu de la Carta Abierta no puede ser más claro: su movimiento principal no es en defensa del Gobierno -¿qué poder real podría tener un grupo de intelectuales para ello, aun cuando ésa fuera su voluntad?-, sino en defensa propia. Y en defensa de una democracia (que precisamente en su defensa debe ser sometida al más riguroso análisis crítico), y sobre todo de una sociedad, potencialmente amenazada más allá de este gobierno. La operación "destituyente" de la que habla la carta se ha desplazado hacia y se ha concentrado en el Gobierno, por ahora, porque la sociedad en su conjunto -comprensiblemente, en vista de la confusión reinante- está casi totalmente desmovilizada (y eso también es responsabilidad del Gobierno). Pero -independientemente de que en esta coyuntura el Gobierno aparezca como el "blanco" inmediato- es una operación contra la sociedad, y muy particularmente contra las clases subordinadas, que como de costumbre son las rehenes pasivas del conflicto: lo que se quiere "destituir", arrancar de cuajo antes de que la propia crisis obligue por fin a la sociedad a asumir autónomamente una posición, es justamente un generalizado y radical debate público que, produciendo un salto cualitativo sobre las apariencias inmediatas de la crisis, ponga de una vez por todas en cuestión el famoso "modelo de país" que la sociedad argentina quiere y necesita. Esa es la "batalla cultural" a la cual la Carta Abierta, si la interpreto bien, se propone modestamente contribuir e impulsar. Porque si los poderes reales que están por detrás del "movimiento campestre" son un "mal mayor" es porque ellos sí -sin dejar de lado los confundidos que se han aliado circunstancialmente a esos poderes por las más variadas razones- tienen perfectamente claro qué modelo quieren. Y si el Gobierno es cómplice de eso, o si su diferencia con el modelo de los poderes no es lo suficientemente nítida, o lo que sea, es desde luego un tema que puede y debe ser discutido como parte de la "batalla". Pero, ¿vamos a caer en la trampa -muy astutamente armada por la "agenda comunicacional" de esos poderes, y sin que el Gobierno la haya desmentido verdaderamente- de creer que a esta altura el problema central sigue siendo el fácilmente solucionable detalle "técnico" de las retenciones móviles a las ganancias ultraextraordinarias de los grupos concentrados "polirrubro" (y no sólo sojeros), a cuyo crecimiento, hay que decirlo, contribuyeron las opciones estratégicas gubernamentales?
Es necesario desplazar el eje para hacerlo chocar con lo que es, hoy, ahora, la fractura básica: o la sociedad -y sobre todo sus sectores más oprimidos, víctimas principales de todo esto- tienen algo que decir, y en voz bien alta, o no. Si es "no", más vale que nos ocupemos de otra cosa. Pero si tenemos la mínima esperanza de que sea "sí", hay que asumir la responsabilidad de ocupar algún lugar, por pequeño que sea, en la construcción, para empezar la del lenguaje, que esa esperanza supone, sin incurrir en las mezquindades narcisistas supuestas por el temor de que alguien nos confunda con un color político que no es el nuestro. Esto es, me parece, lo que dice la Carta Abierta. Y ésta es la razón por la que se puede adherir al movimiento que la ha propuesto -y en cuyo seno, al que escribe esto le consta del modo más inequívoco, se discute con la más absoluta libertad y autonomía: la prueba está en que ese movimiento tiene entre sus lugares constitutivos precisamente el de aquéllos que sin firmar, están-, ya sea que se la haya firmado o no por algún matiz político a preservar. Finalmente, no es una firma más o menos de un intelectual del montón (un montón que por suerte ha logrado por fin reunirse) lo que va a decidir el rumbo con el que se saldrá -o no- de esta crisis: ese rumbo lo va a decidir la sociedad, o lo va a decidir el poder polirrubro. El resto -como hubiera dicho un principito dinamarqués- es silencio. O puro sonido y furia.

* Sociólogo, ensayista, profesor de Teoría política y de Sociología del arte (UBA).

lunes, 19 de mayo de 2008

Wild weekend


gracias por la magia, amiga!!!

jueves, 15 de mayo de 2008

200 posts! Life goes on



Época de parciales: duermo, estudio, como, estudio, hago mate, estudio, nescafé, estudio, tabaco, break musical, estudio, break internético, estudio, baño, estudio, break hojear el diario, estudio, dormir. y así.

En un momento voy a la cocina y suena un tema de Lou Reed en la Kabul. La vida pasa por la esquina, pero ya la voy a agarrar.

Cosas que hacen bien:

Juntarse con amigos a ver o jugar fútbol o comer; empezar un curso de mimo, teatro callejero o teatro; escribir; relacionarse con gente vital, pilas; ir a un cumpleaños donde la consigna es un champú per cápita; viajar en bondi con asiento y la ventanilla abierta un día de sol y poco tránsito; llegar un rato antes a la facultad y tomar un café leyendo el diario universitario; ir a una fiesta con gente buena onda; leer una buena novela (Opendoor, de Iosi Havilio, at this time); escuchar un buen disco (Portishead, de Portishead); ir al teatro; andar en bici; tomar fernet; escuchar programas de radio de Vernaci (Rock & Pop) y Bobby Flores (Kabul); ver una película coreana; ver un capítulo de Seinfeld, Curb your enthusiasm, Los Simpsons o South Park; leer a Coetzee; hablar con tu hermana.

Cosas que hacen mal:

Consumir mucho diarios, porno, hollywood, tele, blogs, msn, vagón de subte o tren con más dióxido de carbono que 02, River (bajo la presidencia de Aguilar), cama (dormir siesta extendida o dormir mucho en general), grasas, clases aburridas; y no hacer ninguna de las cosas que uno sabe que le hacen bien.

lunes, 12 de mayo de 2008

Lahe




para la ese aspirada

un mástil queda

la breve sombra
y el sol furioso
de una época

tomamos mate
charlamos
y el uso preciso que hacés de las palabras
vagamenteme recuerda
cuando de pibe
me cortaba las yemas de los dedos
con el filo de papel
de los libros importados

estamos a la deriva
muellemente
pensando en las cosas

los que habitan
este lugar
son esperados en el
limbo

en la estepa se apropiaron de
un bosque
cuando lo llamaron
monte

si escribieron
me pertenecen

en www.apestas.blogspot.com, blog de Matías Lahe

No como al de la lira

apagaste
la luz de la cocina

y desde el patio a oscuras
apareciste

nocturna
arrastrando los harapos
de todo eso que dejabas atrás

no sé
si fue mi música
o mi luz
lo que te atrajo

pero cuando te vi
tuviste la delicadeza
de no dejarme solo

en www.elepigrafe.blogspot.com, blog colectivo donde participa el gran Lahe

viernes, 9 de mayo de 2008

Adorno!



La industria cultural no sublima, sino que reprime y sofoca. Al exponer siempre de nuevo el objeto del deseo, el seno en el sweater o el torso desnudo del héroe deportivo, no hace más que excitar el placer preliminar no sublimado que, por el hábito de la privación, se ha convertido desde hace tiempo en puramente masoquista.



La producción en serie del sexo pone en práctica automáticamente su represión.

El astro del cual habría que enamorarse es a priori, en su ubicuidad, una copia de sí mismo. La reproducción mecánica de lo bello -que la exaltación reaccionaria de la cultura favorece fatalmente con su idolatría sistemática de la individualidad- no deja ningún lugar para lo inconsciente a lo que estaba ligado lo bello.


La ley suprema es que sus súbditos no alcancen jamás aquello que desean, y justamente con ello deben reír y contentarse. La frustración permanente impuesta por la civilización es enseñada y demostrada a sus víctimas en cada acto de la industria cultural, sin posibilidad de equívocos. Ofrecer a tales víctimas algo y privarlas de ello es un solo y mismo acto. Ese es el efecto de todo el aparato erótico. Todo gira en torno al coito, justamente porque éste no puede cumplirse jamás. Admitir en un film una acción ilegítima sin que los culpables padezcan el justo castigo está prohibido con mayor severidad aún que -supongamos- el futuro yerno del millonario desarrolle una actividad en el movimiento obrero. En contraste con la era liberal, la cultura industrializada, como la fascista, puede concederse el desdén hacia el capitalismo, pero no la renuncia a la amenaza de castración.

Lo decisivo hoy ya no es más el puritanismo -aunque éste continúe haciéndose valer bajo la forma de las asociaciones femeninas-, sino la necesidad intrínseca al sistema de no dar al consumidor jamás la sensación de que sea posible oponer resistencia. El principio impone presentar al consumidor todas las necesidades como si pudiesen ser satisfechas por la industria cultural, pero también organizar esas necesidades en forma tal que el consumidor aprenda a través de ellas que es sólo y siempre un eterno consumidor, un objeto de la industria cultural.



La libertad formal de cada uno está garantizada. Oficialmente, nadie debe rendir cuentas sobre lo que piensa. Pero en cambio cada uno está desde el principio encerrado en un sistema de relaciones e instituciones que forman un instrumento hipersensible de control social. Quien no desee arruinarse debe ingeniárselas para no resultar demasiado ligero en la balanza de tal sistema. El hecho de que en toda carrera, pero especialmente en las profesiones liberales, los conocimientos del ramo se hallen por lo general relacionados con una actitud conformista puede suscitar la ilusión de que ello es resultado de los conocimientos específicos. En realidad, parte de la planificación irracional de esta sociedad consiste en reproducir, mal o bien, sólo la vida de sus fieles.



La actitud a la que cada uno está obligado para demostrar siempre otra vez su participación moral en esta sociedad hace pensar en los adolescentes que, en el rito de admisión de la tribu, se mueven en círculo, con sonrisa idiota, bajo los golpes del sacerdote. La vida en el capitalismo tardío es un rito permanente de iniciación. Cada uno debe demostrar que se identifica sin residuos con el poder por el que es golpeado.


El burgués, para quien la vida se escinde en negocios y vida privada, la vida privada en representación e intimidad, la intimidad en la hastiante comunidad del matrimonio y en el amargo consuelo de estar completamente solo, en derrota ante sí y ante todos, es ya el nazi, que es entusiasta y desdeñoso a la vez, o el contemporáneo habitante de la metrópoli, que no puede concebir la amistad ya más que como social contact, como aproximación social de individuos íntimamente distantes.

Las estrellas mejor pagadas parecen imágenes publicitarias de desconocidos artículos standard. No por azar son elegidas a menudo entre la masa de las modelos comerciales. El gusto dominante toma su ideal de la publicidad, de la belleza de uso.




La apología de las mercancías siempre iguales bajo etiquetas diversas, el elogio científicamente fundado del laxante a través de la voz relamida del locutor, se ha vuelto insostenible por su propia tontería.

La publicidad es hoy un principio negativo, un dispositivo de bloqueo; todo lo que no lleva su sello es económicamente sospechoso.

La publicidad se convierte así en el arte por excelencia, con el cual Goebbels, con su olfato, la había ya identificado; l'art pour l'art, pura exposición del poder social.

Cada film es la presentación del siguiente, que promete reunir una vez más a la misma pareja bajo el mismo cielo exótico: quien llega con retraso no sabe si asiste a la 'cola' del próximo film o ya al que ha ido a ver.


La libertad en la elección de las ideologías, que refleja siempre la constricción económica, se revela en todos los sectores como libertad de lo siempre igual. La forma en que una muchacha acepta su date obligatoria, el tono de la voz en el teléfono, en la situación más familiar la elección de las palabras en la conversación , y la entera vida misma, ordenada según los conceptos del psicoanálisis vulgarizado, documenta el intento de hacer de sí el aparato adaptado al éxito, conformado -hasta en los movimientos instintivos- al modelo que ofrece la industria cultural. Las reacciones más íntimas de los hombres están tan perfectamente reificadas ante sus propios ojos que la idea de lo que les es específico y peculiar sobrevive sólo en la forma más abstracta: personality no significa para ellos en la práctica más que dientes blancos y libertad respecto al sudor y a las emociones.

Iluminismo como mistificación de masas, en Dialéctica del iluminismo, Adorno y Horkheimer.

Karma


Aries (20 de marzo – 18 de abril)
Hoy debes estar preparada para salir a combatir con la gente, Aries, si bien normalmente no es tu estilo. De hecho, el nombre del juego de hoy es "al revés". No te sorprendas si vas a la heladería deseando vainilla y todo lo que tienen es chocolate. Recuerda no sentirte molesta por este tipo de situaciones que sencillamente no puedes controlar.

¿Te está atrapando tu karma? ¿Cuál es tu destino final en la vida? Descubre la fascinante verdad acerca del viaje de tu alma -pasado, presente y futuro- ¡con nuestro Reporte Kármico !

Testimonios:
"Cuando escuché la primera vez sobre el Reporte Kármico me dije: para que me cuenten que era Cleopatra en el Nilo ¡mejor no! pero una amiga me convenció y me quedé de piedra. Comprendí tantos elementos que no entendía de mi vida presente y ahora me siento segura y llena de energía para continuar ¡gracias ASTROCENTRO! "Yubisay (Puerto Ordaz, Venezuela)


"Siempre he creido en el Karma y en la manera como influencia mi vida, pero es díficil conseguir análisis seriosos en la web. Hasta que caí sobre el Reporte Kármico de ASTROCENTRO (¿quizás me ha guiado hast allí mi Karma ?) y descubrí unos cuantos eslabones más que me han ayudado a finiquitar mi destino y a aceptar y comprender mi presente."Octavo (Águilas)

en www.ar.msn.com

p.d.: hablando de karmas, hasta cuándo se queda el hijo de puta de aguilar?

miércoles, 7 de mayo de 2008

Ambivalencias



Los que dicen que uno de los aciertos del gobierno es mantener bajos los precios internos de alimentos y servicios o tienen mucha plata o nunca van al supermercado o trabajan en el indec. Digo, no es un pecado (tener plata, no ir al super o trabajar en el indec) pero estaría bueno que al menos cada tanto conversen con gente que no tiene plata, sí va al super y no trabaja en el indec.

Si vas a redistribuir (y no en publicidad de gobierno), por supuesto que apoyamos las retenciones.



Pequeños errores del gobierno: 1) mentir con cosas importantes y fáciles de contrastar. En vez de decir "no hay inflación", debería decir: hay inflación, y mucha, la veo yo y la ven ustedes, y los culpables son estos. 2) Decir que es peronista y vestirse como gorila. 3) Venimos de diez años de "peronismo menemista" (mentiras + vaciamiento). Bueno, hacé todo lo posible por diferenciarte, sino todos los fantasmas de los peronistas de derecha (Menem, Isabel, López Rega) van a recaer en vos.

En el 89 Amalita dijo: ahora todos los de la clase alta somos peronistas. Ojalá no lo pueda decir más.

La semana pasada fui a hacer encuestas a La Matanza. La mayoría de la gente con la que hablé había votado al PJ, se había esperanzado con Cristina, sigue apoyándola pero está un poco decepcionada. Muchos de mis amigos universitarios están entusiasmados, pero no creo que sus hábitos alimentarios hayan cambiado tanto. No sé, quizás el problema del gobierno y de los intelectuales es que a veces hablan demasiado desde la cabeza.

Rep


lunes, 5 de mayo de 2008

Graffitis en La Matanza


Carlos
Giuliana es tu hija
esa es la verdad

Fatigados
metal patriota

El pueblo no está invitado
a la fiesta de los monopolios

Mi vida que se pierde en soledad

Parecería que los pequeños productores son el nuevo sujeto histórico

Cristina: dejá al coiffeur y a la modista y acordate del pueblo

jueves, 1 de mayo de 2008

Calvario teenager



Ya no quedan, dijimos

deptos baratos en Neuquén

desde donde ver la tierra

flotando sobre la barda

así que nos quedó

este andar a la zaga del viento

contra la tristeza que no halló aún

su mejor nombre, si para qué

si al final una escritura es nada

y la vida naufraga

en amargas especulaciones

entre amigos muertos

romances difusos

y fiestas sin códigos.


Nos dijeron que acunábamos un mito

las promesas del mañana

y una mierda.


Me pregunto qué haremos

cuándo bajen la persiana

dónde vamos a huir

cuando se incendien los pozos

y en este lugar

no quede más que el agua

arrasada.


Como si el cuento

terminara tan pronto

esperemos ocho, diez

años más y vas a ver cómo

aparece otra riqueza

que perpetuará el estar afuera

mientras el oro de los pobres

seguirá animando festivales

pero no en esta casa, no ya

lejos de las luces y maneras del centro

en la afectación blanquecina

de la droga y el dinero.


¿Desde cuándo

empecé a hablar de esto?


No soy yo

ni la tuberculosis

que vivimos el calvario teenager

a los diecisiete

con menos miedo a las bofetadas

que al destino inexistente

Santa Biblia, castración

marihuana y MTV

unos años hermosos

pajaritos en la cabeza

deberían haber cantado más tiempo

pero la voz se doblega, poco a poco

en el dialecto de la literatura correcta

en la quinta de los bienpensantes

a ver quién porta el carnet

del club de las grandes promesas

con toda esa policía interior

de razzias cotidianas y conveniencias.

(Alfredo Jaramillo, Grunge, Ed. Funesiana, 2008).