por J. Linne
¿Saliste de tu cueva aterciopelada, llueve pero aún necesitás un poco de verde? A metros de Plaza Italia hay un oasis, el Jardín Botánico. Pasando los jardines de estilos japonés y francés, los senderos de polvo de ladrillo que se bifurcan, las fuentes con peces, los bancos de madera, los infinitos gatos, las intrigantes esculturas y el edificio central de estilo inglés construido en 1881, hay cinco invernáculos o estructuras de hierro y vidrio con miles de plantas que tienen requerimientos ambientales especiales. Uno de los invernáculos es el orquideario, a cargo de Gabriela, donde por ejemplo tenemos a la orquídea Drácula, otro es el de los cactus o cactáceas, donde podemos encontrar a la musical parodia schumanniana y a la exótica mammillatia bombycina. En el invernáculo de reproducción abundan las crasas o suculentas. Este invernáculo estaba en la casa presidencial de Las Heras, donde ahora está
Invernáculos del Jardín Botánico. Santa Fe 3951 (esquina Las Heras).
Lunes a domingo,
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