Neurosis digital o autismo positivista

domingo, 20 de abril de 2008

Y entonces llegó el cine coreano



Terminó el festival, ahora volver a la vida cotidiana. No vi tanto como otros años (encuestas, fútbol, facultad, jams sessions, había otras cosas para hacer) pero igual vi, si no me equivoco, doce. Arranqué tarde, el domingo pasado, con el documental de Temple sobre Strummer: The Future is unwritten. Me gustó, tipos copados Strummer y sus amigos: salí con muchas ganas de escuchar a The Clash y a Joe Strummer & The Mezcaleros.



Después, Los paranoicos, ópera prima de Medina. Buena, final cursi-amoroso y personajes secundarios un poco chatos pero el personaje de Hendler es muy bueno. The Concrete revolution, recomendada por Quintín, a mí y a dos amigos más nos pareció mala y aburrídisima. Una chica con una camarita de video que filma imágenes de Beijing y entrevista a un obrero que extraña a su familia. Golpes bajos y falta de ideas. La misma chica, que vive en Londres, Xiao Go o algo así, se redime después con Welcome to Wonderland, donde filma a sus padres ancianos que salen por primera vez de China para recorrer Europa. La madre habla mucho y dice boludeces y el padre tuvo cáncer de laringe y quedó mudo así que se dedica a leer, mirar el paisaje, sacar fotos, hacer gimnasia y escribir reflexiones en su libretita.



Crime & punishment: una comisaría en la frontera de China y Mongolia y la difícil vida de los campesinos y los aspirantes a oficiales. Pensé muchas veces en irme pero al final me quedé y no me arrepentí: la última escena del documental, con dos jóvenes policías borrachos -a uno lo echaron- hablan de cuánto van a extrañarse es memorable. Uno le dice al otro: nadie antes me había enjabonado la espalda, el otro llora y se toman de la mano. Después Sex Jack, de Wakamatsu, un bluff total, tanto quilombo con que el gran tapado del festival y... un par de jóvenes comunistas encerrados en un cuarto, fumando y cogiendo de a ratos con una compañera. En fin. Cuidado con el cine chino y con el japonés. Después las cosas empiezan a mejorar con Tailandia (Ploy y Wonderful town) son películas sutiles con fondo de tsunami, una muestra de que el cine, además de audiovisual, puede ser táctil.



Más cine argentino: Una semana solos, de Murga, chicos aburridos y bucólicos solos en un country. Bien, pero un poco snob (cine argentino, a veces pasa). Después, Resfriada. H me dice: mirá, ahí está Molina. Mirá, a ese pibe lo conozco de una clínica que hice en el Rojas. Romina Paula, Nadalini, Goldchuck, Martínez Daniell y Valeria Castro conversan sobre libros, terapias, traducciones, abuelas, mudanzas y males de amor. Me gustó bastante. Después, al leer el periódico del festival, nos enteramos de que Gonzalo Castro ganó el premio a mejor director (nace un nuevo director argento?).



Y después llegó lo diferente, el maravilloso mundo del cine coreano: The Mastugane potshop affair y Night and day son películas con un humor negro que va contaminando todo. Personajes oscuros que mienten, dejan embarazadas a discapacitadas, sueñan cosas raras, atropellan a gente en la ruta y huyen, se obsesionan con las ratas del sótano, en fin, personajes ambiguos que siempre son graciosos. Esta ciudad no te da respiro: el jueves empieza la feria del libro, alguna vez habrá que ir al menos para tomar fernet menta gratis, pero claro, no es lo mismo.

2 comentarios:

Alicia dijo...

Jayjay, necesito saber qué sucedió con el coreano y la coreanita: me fui cuando él descubre que ella plagió las obras de su compañera. Con el paso de las horas, Resfriada me va gustando cada vez más.
beso

lenguaviperina dijo...

salen un tiempo y después llama su mujer que vive en Seúl diciéndole que está embarazada: él vuelve al día siguiente a Seúl y su mujer le dice que lo del embarazo era mentira, pero a él no le molesta. A la noche sueña que la otra estudiante de Bellas Artes -la que era plagiada- es su mujer y él le pide que vayan a ver a su ex mujer que está sola y enferma. Le llevan de regalo un florero, pero en el camino a ella se le cae y él empieza a insultarla. Después se despierta, su mujer se enoja porque en sueños hablaba de otra y él le promete que no va a tener más sueños raros.