Viernes. Estoy en una fiesta con un amigo. Recibo un mensajito: estoy podrida de tu desprecio. La próxima vez mejor no nos saludamos así te ahorro el problema de...
Uff, qué mensaje duro! Nos vimos tres veces hace tres años, nos encontramos en una fiesta la semana pasada, bueno, no llamé, vos tampoco, parece que no hay tanta afinidad. Pasa todo el tiempo. El martes acompañé a una chica al colectivo, días después le escribí un mensajito y no me contestó. It happens all the time.
El sábado tiene algo. No sé qué, o no sé qué tiene en mí, pero es algo raro. Me levanto tarde, leo, voy a hacer encuestas pero el bondi tarda en venir y me digo ya fue, las hago el lunes. Nunca me gustó trabajar los fines de semana (menos en algo que no me gusta). Vuelvo, veo la de los Coen sin subtitulado (todavía no aprendí a bajarlos y además me parece buena práctica para agudizar el oído). Buena peli. Leo cosas de la facultad, llamo a amigos y no encuentro a nadie. Un amigo tiene un casamiento, otro está cansado, otro deprimido, otros salen con sus parejas. 21:50. Entro al messenger. Encuentro a un amigo de la primaria que en un mes se va a España (yo apuesto a que no vuelve pero mejor no digo nada, o al menos no va a volver tan rápido como dice).
- ¿Cómo estás?
- Maso, vos?
- Idem (esta manía de decir ídem... en fin)... ¿hacemos unas partidas de ajedrez, tomamos algo y después vemos si salimos?
-Dale.
-Ok.
-Venite a casa. Traé una birra si podés.
-OK. Voy en veinte.
Para eso, entre otras cosas, están los amigos: para compartir noches, alcoholes, moods. In the mood of chess & beer. Chess & cheese. Dos Heineken, s'il vous plait!
1 comentario:
Me adjudico gran parte de la propiedad del ¨idem¨ en el MSN. Posta.
Cómo andas Viper? tanto tiempo.
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