Neurosis digital o autismo positivista

miércoles, 23 de abril de 2008

Miércoles



Leo la última Punto de Vista y me arrepiento de no haberla leído antes. Viajo por el Centro, hago trámites, me encuentro al hermano de un amigo que viene de dar clases de tenis, converso con madre, leo a Cucurto, leo a Wortman, tomo la línea E y me siento extraño (soy un chico de la D), se me rompió el mp23 y por unos días me sentí perdido, estresado, soportando las charlas vía celular de toda la gente en el subte, pero ya encontré la solución, entrar con un texto en la mano y no despegar los ojos hasta bajar (así al menos me siento una sardina lectora), fumo, veo gente que se besa y me parecen raros, ajenos, me identifico con Washington y su realismo atolondrado, chequeo mails, una amiga me cuenta que a la distancia Resfriada, el largo de Gonzalo Castro, le gusta cada vez más, coincido, programo con amigos compra de regalo para amigo judío, voy a la parrilla de un amigo con una amiga y como mi amiga es muy amiga de mi amigo, o quizás porque los dos somos bastante amigos, ceno y tomo gratis, nos cruzamos con otra amiga que en unas semanas se va a vivir a Madrid, está con su novio marinero y los dos tienen la mirada demasiado triste, en un momento mi amiga y mi amiga menos amiga quieren dejarme solo con el marinero para ir a hablar afuera con la excusa de que quieren fumar, pero no las dejo, soy egocéntrico o previsor, no quería quedarme solo con el hombre más triste del mundo, con el que además no tengo nada en común, salvo la mirada indiferente de una mujer que a mí nunca me quiso (como amigo) y a él ya no lo quiere (como amante o pareja). Uff, y mañana tengo clase y todavía no leí nada para la facultad. En fin, así pasa la semana. Por suerte el finde pinta más etílico y movidito y siempre implica la promesa de lograr un inédito o édito estado agradable a través de la mezcla correcta de alcoholes y drogas blandas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

eh wacho y la amiga del amigo de la vida se olvido de decir que martina no deja la aspirina y que joaco se dedica a la morfina cuando encuentra que la mina no sirve para ir al museo o silenciar su incansable cerebro misogino e insoportablemente tartamudo.
odio hablar sola
te quiero,
el terror de los bloggers.
anónimo