Asado con amigo médico. Ninguno de los dos sabe mucho de hacer asado pero como estamos solos nos animamos. Sale bien, no era difìcil, como suponíamos. Lindo momento junto al fuego. Después llega otro amigo que viene de Chascomús, elogia la carne, trae una energía más negativa pero todo bien. Un sábado tranquilo.
Pierdo al fútbol. Sueño con los goles que me hicieron Funes, Llach, Incardona (de cabeza!) y Bedendo, el jugador a préstamo que les cedí al club rival. Buen partido, de todos modos. Alguien me dijo te hace bien perder, y supongo que tenía razón.
Segunda clase de facultad. Hay un colombiano, hay mucha gente terminando la carrera (no yo), muchas chicas y el profesor al que todos respetamos. Hago pocos comentarios y además de modo inseguro. Quizás lo mío no sea lo académico. Necesito una dosis de teatro, de cerveza y de marihuana, y de Carne argentina:
Dicen que va a estar bueno. Me relamo con Pandolfelli; me ilusiono con el resto, Rodríguez y Gorodischer. La crónica, mañana, en el mismo baticanal.
4 comentarios:
la verdad que este lo ganó el tal bedendo él solito
sí, la verdad que bedendo era un muñeco letal, un asesino serial en el área (y en larga distancia), como lo fue condorito ramos.
el condorito ramos, qué recuerdo! dicen que está liquidado, que anda por las calles de rosario con la ropa sucia y la mirada perdida, el mayor goleador de la historia leprosa... así cuidan a sus ídolos esos muertos
van dos derrotas al hilo, decile a bedendo que se venga el lunes que va a haber revancha
todavía sueño con ese gol de cabeza, lo ví desde el círculo central, los brazos en jarra
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