Neurosis digital o autismo positivista

miércoles, 23 de diciembre de 2009

50 razones para dejar de fumar (deconstructing tobacco)



"Dejé de fumar y todavía tengo en mi mesita de luz el último paquete. Me quedan tres puchos. Podría haber dicho muchas veces los termino y dejo de fumar. Pero no. Porque sino el pucho me controla a mí. Yo decido dejar de fumar en cada momento en que mi cuerpo parece tener un sutil ataque de epilepsia por la ausencia de la nicotina y el alquitrán en sangre." (Mi amigo Nino, un adicto recuperado a la nicotina y el alquitrán que dejó de consumir tabaco).

60 razones para dejar de fumar:

Mejora el sexo

y cualquier actividad física
(uno se vuelve una persona más decente a nivel estado físico)

El mito de que disminuye o afecta la capacidad creativa o intelectual es otra de las tantas pelotudeces mitológicamente creada por Hollywood, la TV y las publicidades gráficas (puede que con la marihuana o el alcohol cierta cosa creativa, a veces, ponele, ¿pero el republicano, católico y bulldog tabaco? No, darling, no, in fact, it's the opposite, because you have more energy).

Te vinculás con la gente desde lugares más sanos y vitales

Relajás un toque tu pulsión de muerte (?)

Disminuís ese look pálido mortecino verdoso ante el cual sucumben varias chicas poco vitales que viven en el corredor norte de la city

Tu casa, tu piel y tu aliento huelen mucho mejor

Te da una buena excusa para tener uno o dos padrinos/as: personas con las que te llevás bien y podés llamar -previo consentimiento del otro- cuando estés cerca de recaer o para contarle cómo andas cada tanto, tipo probation pero en versión adiction.

Tenés algo menos a lo que echarle la culpa y te hacés más cargo de las cosas (¿de qué estábamos hablando? Me perdí).


Te obliga a hacer actividad física para buscar otro modo de quedarte sin oxígeno y obtener un poco de ese goce que se produce al exigir los pulmones (este nuevo modo es más barato, y menos peligroso que el método de las ahorcaditas en el propio cuello con una soga, y exige moverse y no quedarte sentado en el eterno sedentarismo urbano)

Le encontrás placer a más cosas cuando antes toda actividad potencialmente placentera (sexo, cocina, deporte, diálogo, alcohol, web, cine, shopping, caminatas, viajes) incluían o eran afectadas en su propuesta estética y performance por el tabaco.

Tenés menos resaca y más energía

Te cansás y enfermás menos

Estadísticamente vivís más pero sobre todo mejor


No disminuye la ansiedad sino que la aumenta, inventando un objeto fetiche de la ansiedad que te distrae de las cosas por las que vale la pena sentirse ansioso (fuera la momentánea calma mental y corporal post-dosis del adicto similar a las adicciones inyectables)

Ayudás a los otros a fumar menos

Dejás de usar el eufemismo 'tengo ganas de fumar' cuando en realidad lo que querías decir es 'no puedo controlar esta adicción casi exclusivamente porteña, idiota, auto-destructiva, adolescente y que huele tan mal.'

Llegás a los cincuenta un poco más entero (si llegamo')


Se permite fumar unas secas de marihuana de modo medicinal (estás dejando una droga con una

adicción muchísimo mayor -por ende una droga mucho más dañina, es una constante universal).

Habrá más afinidad y potencial cordial sentimiento de vecindad cuando le comentes a tu vecino el tal vez algo huraño pero no fumador y ergo probably longevo escritor Ariel Magnus que su traducción del diario de Herzog te pareció genial.

Ahorrás en otros consumos: todo lo que consumís y experimentás te pega más.

Bajás el riesgo potencial -a veces potencialemente hereditario- de varias enfermedades duras.

Mejora tu respiración

Tu ansiedad es más real y menos adolescente, afectada y artificial

Te parecés menos a una propaganda caricaturizada y latino-lumpenizada de una tabacalera mainstream.


Hay menos humo entre la vida y vos (uff, cómo estamos: el jacobinismo anti-tabaco es así: a todo o nada, a casi cualquier precio: si subo más de treinta kilos vuelvo a inyectarme nicotina).

Dejar de cargar todo el tiempo un paquete de tabaco envuelto en alrededor de veinte cilindros de papel + un encendedor chino que a veces pierde bencina y suele perderse en bolsillos de amigos o desconocidos puede llegar a ser, según tu grado y tipo de neurosis, realmente liberador

Mentitas sin límite le dan un nuevo frescor a tu vida y a tu aliento, a tu personaje teen-maniac y a tu boca (los primeros meses: siempre cargar varios paquetes en los bolsillos, a riesgo de volverse un sonajero humano)

Frutas y jugos sin límite (y algún exceso en la comida) te dan un aspecto más caribeño


Más de una ducha diaria se recomienda para festejantes de la abstinencia y toda esta reeducación de los hábitos mejora la relación con el propio cuerpo, y ya que estamos con la higiene personal

Te volvés un poco más metódico al llevar siempre con vos
LA LISTA DE LAS COSAS MALAS DEL FUMAR

Comprendés que ese tragicismo ontológico que te inocula el alquitrán es una burbuja química que dura un minuto y medio como máximo.

Fumar tabaco -o ser adicto a algo- es como esos seres ultra-autistas y semi-inconcientes que viven en una pileta en Minority Report y predicen quiénes se va a morir y quiénes serán los asesinos.

Dejás de sufrir como condenado a muerte cuando llueve a cántaros y te quedaste sin tobacco


Vivís un poquito menos en la matrix de tu Neo-ego que se cree un Keanu Reeves tercermundista: ahora que estás afuera de la virtual red nicotínica comprendés que esa numerosa logia cancerígena vive envuelta en un humo vomitivo y ultra desagradable-impregnante-contaminante y no en 'mágicas volutas de humo que sólo portan los hombres recios hasta morir', como decía Humphrey Bogart en una escena de Casablanca que fue censurada por la crítica republicana-tabacalera.

Tenés mejor relación con el deseo y controlás más el goce maníaco-fálico de, por ejemplo, el tabaco (en la ciudad hay más fumadores que lacanianos... ¿pero en Palermo?)

Sentís cierto extrañamiento, redescubrís una mirada sobre muchas cosas que está bueno

Cuando lográs controlar la adicción, te sentís como un enfermo recuperado (we are) y, en fin, at the end of the day, te sentís realmente bien

Good luck a all of us! Y no se dejen vencer por las fuerzas oscuras! Más humor judío y menos humo!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando estés por recaer leete esto de nuevo, y si no hay caso sali rápido corriendo a la calle y no pares, corre hasta quedar hecho un charco de sudor, una hoja de calcar, volvete a tu casa, pegate un baño, hacete un jugo de durazno, y reloaded

J dijo...

muy bueno!

lowfirocker dijo...

Muy bueno, Jota. Excelente. Yo dejé de fumar hace 7 años, con un metodo personal, y todavia sigo sin recaer. Cada tanto, muy de vez en cuando, siento nostalgia. Pero la verdad, me alegra mucho haber dejado. Las razonas que das son reales. Dejar de fumar es mejor. Abrazo!