Neurosis digital o autismo positivista

martes, 8 de junio de 2010

Casi 6 meses sin consumir los cilindros de pasto industrial con veneno para ratas



Estamos cerca de los seis meses sin fumar. Me encuentro con un amigo de la infancia vía Facebook. Los 'casi treinta' nos encuentran con síndromes de abstinencia tabacalera, mate, cierta dificultad en el management de la ansiedad y proyectos de autonomía inmobiliaria a mediano plazo. Nos conocemos hace veinticinco años, o sea que portamos el significante de amigos más antiguos. En un momento de la charla (de la que, eso pasa con los amigos antiguos, no se nota que pasaron años desde el anterior encuentro), él deja el mate para pasar a los chicles de nicotina. Dice que fumaba un atado y medio, que cada cigarrillo tiene un miligramo de nicotina y uno de alquitrán, y los chicles sólo tienen 2 miligramos de nicotina (el doble de nicotina, pero cada chicle le dura varias horas). Dice que un conocido estaba usando parches de nicotina, prendió un cigarrillo y le dio un paro cardíaco. Que él, hace tres semanas, encendió un cigarrillo, aspiró, y vio que el humo no salía, que no podía respirar. Se aplicó ventolim con el broncodilatador y se fue al hospital. El médico le dijo que tenía que dejar de fumar. Dice que a veces visita a su tío, que tiene cada vez más sobrepeso, volvió a fumar y se está quedando ciego. Perdió la vista de un ojo y tiene bastante comprometida la visión del otro. Imagino a mis amigos fumadores diciendo eso no tiene nada que ver con el tabaco. Podrían decir la misma idiotez sobre la cocaína o la heroína. Esos consumos no tienen nada que ver con la neumonía. Bueno, pensá y salís, Neo.
Entonces acá estamos. Abstinentes pero de vivos. Diversificando los consumos. Hoy tosí en la ducha y me alegré: es la primera vez en once años (fumé toda la última década) que llego a esta parte del invierno sin haber tosido. Mantengo los recurrentes mocos, pero la tos, como por arte de magia, parece haber desaparecido. Sigo discutiendo con mis amigos fumadores de alta performance, peleándome con una parte importante del mundo, pero al menos eliminé la tos y el gasto fijo de los atados (que, me informan, aumentaron a seis pesos o un dólar y medio, lo que, pese a todo, sigue siendo uno de los precios más económicos del mundo en el ramo de tabaco industrial). El viernes empieza el mundial (será el primero de la mayoría de edad, también, sin el cilindro-fálico para la ansiedad oral). Mis amigos fumarán. Yo aprovecharé para ejercer otros consumos (ser una termita con las facturas, volver a la alta ingesta de gaseosas azucaradas con nombres numéricos -Cero, Quatro, Seven-up-, etcétera). Será un gran mundial. Brindaré por la selección, por los amigos (long life to them) y por otros seis meses libres de Nicotina y Alquitrán, los gemelos malditos.

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